Food 4 Thought

EP032 Pictórico Pletórico

pollock

En un par de días más tendré la gran fortuna de visitar algunos lugares de Europa que hasta hoy son desconocidos por mí: Londres, Bruselas, Brujas y luego un lugar en el que pasé tan sólo un día hace unos 9 años, Amsterdam.

En lo personal yo soy el tipo de turista de museos y monumentos históricos. No tanto del shopping ni de los antros. Disfruto más el silencio que se compra en estos lugares mientras que se aprecia todo tipo de arte. En particular, soy más de museos de arte moderno, contemporáneo, me encantan las instalaciones, y disfruto de los museos dedicados a retratos.  Hay ciertos museos que permanecen en mi predilección íntima: el Munal de Ciudad de México (el edificio mismo es una obra de arte); el Met, la galería Frick y el Guggenheim en Nueva York; el museo Ludwig en Colonia, el Pergammon, la Nueva Galería Nacional y el Gemäldegalerie estos tres en Berlín, el Prado en Madrid, el Art Institute de Chicago, el Museo Nacional de Bangkok, el Museo Van Gogh de Amsterdam y mi favorito de todos, el bellísimo Musée d’Orsay en París.  Se me hace interesante ahora que escribo esto ver que muchas de éstas ciudades (Nueva York, Ciudad de México, París, Berlín) que albergan no sólo cualquier cantidad de los museos más importantes del planeta sino también que ofrecen espectáculos de tipo teatro, ópera y musicales, son el tipo de urbes a las que uno puede visitar varias veces en la vida pero cada vez parecerá una ciudad distinta. Lo vibrante y lo actual de su signo cultural las transforma y uno como turista siente que tiene otra vez poco tiempo para conocerlas de nuevo.  Creo que eso es la base aspiracional de toda ciudad para referencia global: el dinamismo y el latir de su movimiento cultural.  Me apena que mi ciudad sea una donde museos hayan cerrado sus puertas (Museo de Monterrey), o bien, museos se hayan suspendido en su construcción, como los tres museos en proyecto en San Pedro Garza García.

Quedan muchos museos por conocer y otros que no menciono aquí, pero creo que esa lista va a cambiar después de este viaje. Cuando uno ya está ahí, se enfrenta a tantas obras maestras de los más famosos y renombrados artistas. Nada más en el Vaticano o en el Louvre todo a lo que uno está expuesto; hace sentir que somos nosotros los que vamos a rendir tributo y tenemos muy contados los minutos para hacerlo.  Una vez ahí, ¿qué hace que una pintura sea de más impacto que otra? ¿Que la hayamos visto desde niños en libros de estudio y ahora se vuelve realidad? Definitivo me ha pasado. ¿Que de pronto nos cautive su belleza aún sin tener información previa al respecto? Más de una vez que me ha sucedido al igual. ¿Su incalculable valor monetario? Una vez un grupo de niños en el Moma iban con su maestra y de pronto se detuvieron en el Pollock One: Número 31. Los niños no sabían qué tenían enfrente, para ellos era algo que ellos mismos podrían haber hecho pero en una escala mayor. Realmente no prestaban mucha atención a lo que la maestra les explicaba de la pintura, hasta que ella usó la frase mágica: «Un cuadro de este artista muy similar a éste se vendió en 140 millones de dólares». Ahí fue cuando todo cambió con el grupo y los «WOW!» se dejaron escuchar y entonces sí, decenas de preguntas volaron al aire de niños curiosos y perplejos.

En lo que respecta a las pinturas que habitan en cada museo, a veces, como en el d’Orsay, donde de pronto tienes un Van Gogh y en el mismo cuarto hay uno o varios Degas, Toulousse y Cézanne no sabes ya si es un concurso o cómo reaccionar que al finalizar la visita, si alguien te preguntara cuál fue tu favorito o lo que más te gustó, simplemente dirías que no sabes qué responder.  En efecto, hay obras que me han dejado sin aliento al estar enfrente, totalmente inesperado, al entrar a un recinto y toparte con esa aparición que te arrebata, que te deja con tantas preguntas que inequívocamente serán respondidas por tu propia imaginación.  Ejemplos de ésto para mi:

No podemos saber qué estaría pasando por sus mentes, qué tantos sacrificios tuvieron que hacer para terminarlas, si estarían conscientes de que estaban creando perfección, un legado que llevaría sus nombres hacia el fin de los años.  Me acuerdo de la película de «La muchacha con el arete de perla», donde vimos a Verneer sufrir y a la modelo otro tanto para poder terminar esa pintura.  ¿Cuál será la historia de cada una de éstas? Por cuáles habrá pasado Picasso para terminar el «Guernica», o Botticelli para su «Nacimiento de Venus» o «La Anunciación».

Así que ahora, de lo que he visto, ya estoy algo ansioso de ver esto:

El-Temerario-William-TurnerDama-virginalBacchus-and-ariadneArnolfini-Portraitgirasoles-van-gogh-ok-U10107476060fzG-U213257474010ldB-620x649@abcrodinMadonna-of-the-Pinksmujeres-sin-maquillar-reales

Belgica-Bruselas-Magritte-Museo-Tienda

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Estoy algo ansioso porque quisiera que el tiempo alcanzara para no sólo ver todos los museos completitos sino también todos los sitios históricos y monumentos de cada ciudad.  Supongo que de eso se trata la vida, de permanecer siempre hambriento de más.

2 comentarios en “EP032 Pictórico Pletórico”

  1. Magnífica reseña. Un texto que estoy leyendo en estos momentos y que, a mi particularmente, me ayuda a entender mejor la pintura es «Lo que la pintura da» cuyo autor es José Saborit, está editado por Pre-Textos en su colección textos y pretextos.
    Encabezar el texto con un POLLOCK resulta todo un acierto.

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  2. Gracias por el comentario, eventualmente pude visitar estos nuevos museos para mi: Royal Museum de Amsterdam, British National Gallery, Tate Modern y British Portrait Gallery. Todos un lujo de exposiciones y un placer visual. Saludos!!!

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