Cultura Pop, Experiencias de vida, Food 4 Thought, Self-improvement, sociedad, vida

EP052: El N.R.E.

NRE

No puedes parar de besar. Te encanta hablarle, te encanta más verle. Sus ojos te rasgan y a la vez te enajenan. Se acaban las horas tan rápido y la luz se convierte en noche y a veces la noche nuevamente en luz pero aún así, no es suficiente. Regresas a tu casa sintiendo como si hubieras cometido una travesura. Llevas esa sonrisa que sólo los enamorados tienen, como si fueras el guardián de un pícaro secreto del que todos quieren enterarse. Llegas finalmente y buscas comida en el refrigerador pero sigues enganchado con todo lo que pasó tan sólo un par de horas atrás.  Cae la noche nuevamente y sientes que tu cuerpo se comporta distinto, que necesitas marcar ese número porque te acuerdas y  enseguida dices «¡ay que rico!».  Noticias para ti: Estás intoxicad@ de amor.

En realidad no tienen mucho de conocerse pero van recién llegando a ese punto en el que las barreras del temor de ser perfectos desconocidos han caído.   Beyoncé trata de explicar este fenómeno en su canción «Drunk in love».  Dan Savage habla constantemente de este sentimiento en su podcast, Savage Love.  La activista poliamorosa Zhahai Stewart lo acuñó a mediados de los 80, pero hoy estamos conscientemente adictos a este concepto: NRE, New Relationship Energy, en español, ENR o Energía de Nueva Relación.  Me tiene fascinado este tema.  Todos lo hemos vivido y el que no, ¡la que le espera!.

En verdad el ENR no es otra cosa que el «enamoramiento» y sí, en las primeras fases de una relación es cuando nuestros cerebros salen corriendo por la puerta trasera y terminamos haciendo cosas inexplicables, frenéticas y con frecuencia, estúpidas.  Pero todas ellas parecen en su momento ser las mejores ideas que se nos pudieron ocurrir, tienen todo el sentido del mundo y es sin duda que por eso dicen que el amor mueve montañas y pone al mundo de cabeza.  Fisiológicamente el ENR proviene de un estímulo en nuestros neurotransmisores ya que se incrementa la secreción de dopamina, serotonina y noradrenalina, algo así como tomarse una tacha. En consecuencia nos enajenamos y nos volvemos locos y queremos más, mucho más y por una razón: en este trance todo, absolutamente todo de la otra persona es fabuloso y nosotros mismos tratamos de ser maravillosamente ejemplares y ¿qué crees? resulta facilísimo lograrlo ya que la otra persona está flotando igual, suprimiendo todo juicio negativo y viviendo el momento a todo. ¡Qué divino, verdad!

Ahora la incógnita: ¿cuánto dura la ENR? ¿cuánto tiempo para que esté visitando al dealer Tinder nuevamente? Aquí hay muchas respuestas.  Algunos autores dicen que de 1 a 12 semanas, otros sostienen que de 6 hasta 24 meses.  La película aquélla ochentera con Mickey Rourke en su último momento de guapura y la exuberante Kim Basinger ambos viviendo a todo el trance de ENR revela desde su título esta duración: 9 1/2 semanas.  En esta película el personaje de Kim Basinger tenía un prospecto amoroso muy formal y que buscaba un compromiso de largo plazo pero ella lo deja ir por perseguir el ENR del nuevo e impredecible romance con el galán de Rourke, el cual pierde finalmente en ese lapso de tiempo. Sucede en la vida real también, la gente termina dejando relaciones estables y de años por sentir agotado el sentimiento de ENR y conocer a alguien nuevo que ofrece incertidumbre pero más fuerte que nada, emoción.

La generación X ha sufrido mucho con este concepto. No perdonan infidelidades y hasta siquiera un beso puede terminar con un matrimonio. El dogma de la monogamia conserva muchas reglas, la mayoría algo rígidas y casi todas tácitas. Los millenials han venido cambiando este paradigma y le han dado flexibilidad. Saben que la ENR es fortuita pero necesaria para muchos y están dispuestos a dispensar alguna indiscreción de su pareja con tal de conservar la estabilidad de largo plazo de la relación siempre y cuando haya una comunicación totalmente abierta sobre sus escapadas amorosas.  Es más, los verdaderos conflictos al respecto son causados por no mencionar en la cena la experiencia más que por el acto físico de infidelidad en sí.  El engaño sobrepasa al cuerno.  Finalmente vemos los primeros asomos de las incursiones en la arena amorosa de los Gen Next, los Gen Y y los iGen’s en la que el poliamor se propone como una solución al sufrimiento de una traición.  Se desarrollan relaciones abiertas con múltiples amantes sin importar su género. Su bandera es que la sexualidad es un espectro y es uno que se comparte.  También en ellos hay plena comunicación, de hecho es la piedra angular de este tipo de relaciones, con tal de permitirse sentir constantemente el efecto ENR y capitalizarlo al permitirse expandirlo por el resto de las áreas de la personalidad como creatividad, deporte, productividad lo cual, les brinda un empoderamiento y comando de su propio desarrollo personal.  Esto me lleva a pensar que el ENR es, de hecho, algo bueno y muy deseable a pesar de que si es mal manejado debido a su volatilidad, éste podría resultar peor que una cruda de año nuevo.  Todas estas representaciones modernas del amor rompen  profundamente los esquemas que nuestros padres y abuelos jamás imaginaron; es el nuevo rumbo donde sí importa la otra persona pero nunca más que uno mismo.  Es la búsqueda de la supervivencia del corazón, la supresión del dolor y la angustia, es la evasión de la pérdida y el arrepentimiento; en otras palabras, es el escape del enfrentamiento consigo mismo ante el desengaño amoroso.  Brené Brown lo describe perfecto: Al final no somos más que vehículos imperfectos en los que otras personas depositan su amor.

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Pero, ¿es posible mantener el ENR con una misma persona en el largo plazo? Es decir, ¿existe algo como la Energía de Larga Relación o ELR?  Escuché a una mujer en el podcast de Savage Love sostener el argumento de que para conservar el ENR con la misma persona lo que hace es llevar esas relaciones de manera intermitente, o sea, romper con ellos por cuatro a seis meses, mientras salir con otra(s) persona(s) para luego regresar con el mismo de siempre y volver a sentir ese ENR.  Pues eso está muy bien para ella pero me pregunto qué tan difícil será encontrar a alguien que esté dispuesto a algo así.   Otros autores dicen que lo más recomendable es apegarse a las cuatro A’s básicas de las relaciones: Apreciar, Admirar, Adorar y Aceptar.  Hacer cosas juntos, constante comunicación, generar experiencias conjuntas que dejen una huella de recuerdo a la cual recurrir en momentos difíciles tal y como un mapa de la relación, pueden convertirse en un ELR, siempre con las cuatro A’s activas.  Es raro encontrar parejas que lo logren y esto radica en que todos estamos buscando el camino más simple a la felicidad así como todos queremos evitar dolor y sufrimiento.  Lo que sé de cierto es que si en aras de evitar vulnerabilidad y heridas nos convertimos en un condominio de amores, pronto seremos nuestros propios testigos de cómo suprimimos el sentido de compromiso, pero no sólo a una persona sino a todos los aspectos de vida en general.  Porque existen dos tipos de personas: los que buscan compromiso y los que buscan libertad.  Nadie que busca compromiso quiere andar con alguien que desea ser libre. A menos que esté intoxicado de ENR, claro está y es aquí la recomendación generalizada de todos aquéllos que escriben sobre este fenómeno: mientras estés experimentando ENR por el amor de Dios, no firmes nada. No firmes contratos de arrendamiento conjuntos, no firmes membresías conjuntas de gimnasio, no firmes traspasos de dominio ni cesiones de derechos y especialmente, no firmes actas de matrimonio.  Suena casi cómico esto pero pensándolo bien, tiene mucho sentido. ¡Ojalá hubiera leído de esto antes y me habría ahorrado un par de malos tratos en el pasado!

 

Para mi, las relaciones se pueden representar como un triángulo que tiene en cada esquina los siguientes conceptos: Intimidad, Compromiso, Pasión. Un triángulo. Así como una delta, que en matemáticas implica el cambio o diferencial.  Cada esquina tiene un ángulo y dependiendo de cuál de estos conceptos defina más esa relación ese triángulo podrá ser más isósceles o más escaleno.  ¡Qué difícil es hacerlo equilátero, verdad? Pero la perfección es aburrimiento y eso hace propensos a los participantes a buscar o ser susceptibles de ENR, poniendo así en riesgo su relación actual.  Sin embargo, me pregunto si de pronto a tu misma relación le cambias este delta y le incrementas uno de esos componentes, ¿resurgirá entonces un feeling de ENR nuevamente?

Existe una canción que para mi describe perfecto el ENR y se las comparto aquí. Se trata de «High on You» de Survivor en la que el cantante se describe a sí mismo intoxicado, colgado totalmente de la droga del nuevo amor para llegar a su momento más bajo, mendigando esa energía del nuevo amor en medio de la calle.

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