Voy recibiendo la triste noticia del fallecimiento de Tina Turner. Quise escribir esto inmediatamente, con mi corazón aún estrujado para que mis palabras fueran lo más francas y espontáneas posible.


Con la piel erizada terminé al escuchar la noticia y transporté mi mente al teatro de Londres donde presencié su musical con lágrimas en mis ojos. Su historia es difícil, su sufrimiento fue ejemplar y sólo cesó cuando su vida terminó. Aún en sus últimos días, el suicidio de uno de sus hijos fue una prueba más. Sin embargo, encontró el verdadero amor, el incondicional que hasta su vida daría por ella. Quizás no fue la vida, pero sí un riñón sin la certeza que eso la fuera a salvar pero valía la pena el intento. No cabe duda que la bondad y la generosidad tienen regreso.


Este dolor y drama que la pusieron a prueba por años fueron inferiores a su capacidad de resiliencia, de recuperación y esto es lo que constituye su ejemplo y su admirable paso por esta vida. Lo fue para todo el mundo, lo fue para mí también.
Su mayor lección era encontrar la belleza, la dicha de la vida en los momentos más oscuros. Porque ella amaba vivir, ella encontraba ese filamento de alegría que se oculta a simple vista y sólo las almas humildes y agradecidas saben distinguir.
Su mensaje nos decía que cuando uno decide no darse por vencido, lo que realmente está diciendo es que no renuncia a la oportunidad de encontrar felicidad; y que hay felicidad en todo aquello que uno hace con pasión y entrega, aunque no hubiera nada a cambio.
Me quedo con su increíble música, con sus coreografías alucinantes, con su sonrisa y su purificante energía que me hicieron también sonreír muchísimas veces. Me quedo con la convicción de su legado, un ejemplo de admiración para titanes como Bowie, Mercury, Jagger, Beyonce y Oprah. Así de chingona era Anna Mae Bullock, nuestra Tina Turner, un nombre tan valioso que por poco su vida le costó.

Me rindo ante ella, la extrañaremos todos sus fans, y seguro estoy que seguirá rockeando allá en el cielo por toda la eternidad. Aquí dejo una de sus mejores intervenciones a dueto con Eros Ramazzotti, me encantó la canción con ella, tomó un matiz totalmente distinto.
Descanse en paz, Tina Turner, mi adorada Tina. No te vi en vivo porque era muy joven, pero un día, un día…