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E099: 007 casi nunca muere.

No sé bien desde cuándo soy fan del 007 pero hace ya bastante tiempo. Sus películas de arranque serían desquiciantes si las trajéramos a la actualidad: mujeres abofeteadas después o antes de tener sexo con ellas, la gente étnica eran por lo general parte del equipo de los malos y todo mundo ingería alcohol y fumaba a todas horas. Mucho de eso ahora no tendría luz verde por default, de seguro habría más de un censor de por medio. Después de esa etapa las mujeres también le empezaron a dar sus madrazos al 007 después o antes de tener sexo, los villanos empezaron a ser caucásicos y por lo general traicioneros, el alcohol seguía fluyendo aunque ahora casi todo lo ingería él. Finalmente, llegamos a una nueva etapa en la que las mujeres ya no reciben ni propinan trompadas de o a Mr. Bond, pero tampoco se acuestan con él así que pues no hay fijón. Los villanos, independientemente de su etnia, se caracterizan ahora porque tienen alguna distrofia o incapacidad física. El alcohol sigue su curso como río para todo mundo por igual.

Quizás la diferencia que más me jode sea de que el 007 no sólo ya no seduce, sino que ahora se enamora incluso enunciativamente (su monólogo de declaración de amor en 2021 sí que da tiempo para morir), es fiel hasta con el pensamiento, se enternece con los niños (en especial si él es el padre) y es capaz incluso de dar su vida por amor. ¡No mamen! ¿Pues qué pasó? Necesito una explicación así como la que demandara a todo pulmón Annie Wilkes en Misery. Yo no voy a echar porras y a pararme a vitorear el triunfo del amor sobre el mismísimo James Bond, no señor. A mí que me aclaren bien qué está pasando aquí porque esta ecuación no me cuadra. Más de 23 VEINTITRES películas siguiendo a un personaje mujeriego, violento y cabrón para que ahora resulte que el englishman con licencia para matar tenía el corazón de pollo y le saca la vuelta al rebaño de chivas y no tener que atropellar una sola en medio de su mortal persecución.

O sea, a Sean Connery le valía lo que pasara a su alrededor y sobre todo a otras personas; lo importante era cumplir la misión y salvar el mundo. George Lazenby lo dio todo y sin mirar atrás, a pesar de casi convertirse en el accesorio de la Avenger Diana Rigg para, ejem, su única encomienda. Roger Moore hacía lo mismo nada más que contando chistes en el proceso. Timothy Dalton pues bueno, nadie se dio cuenta al parecer que era aún más culero que sus antecesores; quizás el hecho de que no fuera tan guapo y carente de sentido del humor distrajo mucho al público. (No voy a echarle nada de culpa a Teri Hatcher por ser la chica Bond que parecía ama de casa mal peinada para su dinner party). A Pierce Brosnan también le encantaba Cuba, los martinis y sobre todo las mujeres y la tortura física. Y con Daniel, pues todo iba muy bien pero sí pude ver cómo paulatinamente le fueron ablandando el carácter. Los compromisos de inclusión prevalecientes en Hollywood nos han dado una Moneypenny de color que sigue infatuada sin una pista de reciprocidad, un Q gay closetero e introvertido, un Blofeld discapacitado y socavado. Que nos trajeran a Léa Seydoux de nueva cuenta sólo podía ser por una sub-historia de cliché #osh

A como va la cosa, ¿qué nos espera? Un Bond binario activista de Black Lives Matter al que la única Jinx que le guste no sea precisamente Halle Berry sino la Jinx Monsoon, hija de Mamá Ru; todo en una película intitulada: «007 Nomás la Puntita Mata». ¡No No y No! Necesito que esta nave enderece su curso cuanto antes y el casting es la piedra angular esencial. Yo sé que todo mundo desearía a Henry Cavill para la siguiente entrega, en cierta lasciva parte de mi ser también estoy a bordo con eso. Sin embargo, mi lado sensato dice que así como Daniel Craig, el siguiente 007 debe ser un casi desconocido sin un pasado conectado a Marvel. Libre de áreas comparativas (odiaría a la gente diciendo: «estuvo mejor en Superman» #bitchplease). Y también estaría en pro de que el personaje creado por Ian Fleming fuera representado como él lo describió: inglés, caucásico, hombre heterosexual cisgénero (quizás medio homocoqueto pero sólo porque así lo requiriera la misión), un bon vivant internacional y seductor. Sin consciencia sobre el pasado e hijo de la chingada con el futuro. Así como muchos aspiraríamos a ser si no fuera por tanto compromiso social, pues porque para eso está el séptimo arte, ¿no? para soñar. Aparte de los revolucionarios mexicanos de Emilio «El Indio» Fernández, ningún personaje diría «chingue su madre» con tanto aplomo y credibilidad como el 007. Todo esto tiene valor y mucho. Deben aprovecharlo antes de que se esfume, que lo que se gane sea mucho más que una estrella en el paseo de la fama en el Hollywood Blvd.

Aparte de Cavill, los nombres que se andan manejando son Chris Evans, Idris Elba, Chris Hemsworth, Michael Fassbender. Ninguno me convence para este rol (Todos ellos tienen historial Marvel, incluso algunos ¡ni acento nativo inglés tienen! pos qué es esooo) Mi cartita a Santa Claus de reemplazos es más bien corta, compartiré aquí mis dark horses:

Richard Madden. Este escocés de 35 años tiene la experiencia del Game of Thrones pero no tan fuerte ya que fue eliminado a muy temprana etapa. Es más alto que Kit Harrington y su papel en la serie de Netflix «El Guardaespaldas» nos mostró que puede llevar muy bien un papel de acción con harta violencia. El smoking le sienta muy bien. Lamentablemente está por salir en el papel de Ikaris en «Eternals» de la vorágine seductora, Marvel.

Oliver Jackson-Cohen. Un londinense de 35 años de edad. Me recuerda a Sean Connery en sus inicios. Su más memorable papel fue como el villano de «El hombre invisible» de inicios de 2020. Creo que tiene muy buena presencia para el papel.

Travis Fimmel. El es nacido en Australia y después de verlo en Vikings y Warcraft puede reunir las características de güerito de ojos claros con tipo rudo en un mismo empaque. Puede ser buena opción. Tiene 42 años.

Y si ya en esas andamos, no podrían por favor considerar como villanos en las próximas entregas a Jake Gyllenhaal, Oscar Isaac o Titus Welliver y ¿qué tal una mega villana que supere a todas las más malvadas incluida Soraya Montenegro? Propongo a Kate Siegel y/o Regina King.

Ah y casi lo olvido… ¿sería mucho pedir que usaran a Rita Ora, The Weeknd, Mel C, Liam Payne o Shawn Mendes para el tema inicial? (Recordatorio: omitir a Ed Sheeran para estos efectos)

De un 007 fan para otros, espero les gusten mis sugerencias, me encantaría saber las de Ustedes… to be continued…

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