Food 4 Thought, politica, sociedad

EP041: Nada

Nada qué escribir.  Nada qué hacer.  Sin ánimos de nada.  Nada parece ser el tema de hoy.  Que nadie diga nada.  Que nada se haga en contra de nada.  Pero luego, al ir escribiendo sobre la nada, queda una duda, la duda de que nada es algo.  La ausencia de algo.  Algo que deseo que esté o algo que agradezco que no esté.  Últimamente, he agradecido más la aparición de la nada que la abundancia de otras cosas.  Ah! y sobre la abundancia, ¿qué es exactamente lo que hará a algo abundante? Porque el que tiene nada se convertirá en un detector de abundancia al menor asomo de un par de algos.  Para el que está acostumbrado a la abundancia, lo abundante será aquéllo que tiene al doble, al triple… a la N!.  Esto me refiere de inmediato a una buena parte de nuestros políticos y para ellos hay abundancia de insultos en todos niveles; sin embargo, me pregunto si serán el doble o el triple que hace diez o veinte o cincuenta años.  De que han tenido abundancia de insultos eso es innegable, pero ante tanta abundancia histórica de groserías, supongo que los insultos actuales han de estar lejos de siquiera ser notados. Así como su dinero.

Nadie tiene el monopolio de la abundancia ya que al parecer todos van tras de él.  Pero todo aquél que lo persigue sentirá cada día que nada tiene, que nada ha conseguido.   Leí el otro día que hay una diferencia entre el dolor y el sufrimiento.  El segundo se refiere al dolor, sí, pero equivale más bien al dolor que se experimenta cuando lo es por algo trascendente, de importancia. El primero en cambio, ese es sólo dolor.  Nada que valga la pena irá libre de sufrimiento, pero, ¿cuál será el punto de sufrir cuando se lucha por algo que ya se tiene?  Ese es el dilema que no entiendo de la gente que está acostumbrada a la abundancia… pero luego, cuando uno dice «esa gente» entonces ¿se está admitiendo ausencia de abundancia o es acaso que más bien es uno, en su propio contexto, el que está acostumbrado a la abundancia?

Creo que como hace años dijera el autor Gary Zukav en su libro «The Seat of the Soul»: el poder externo constituye todo aquello que te puede ser retirado. Dinero, joyas, riquezas, carros, puestos corporativos, círculos de amistades, etc.  El poder interno que él más bien llama «el poder auténtico» es el que nadie te puede quitar.  Conocimiento, personalidad, educación, formación, espiritualidad, amor. Todas esas cosas que antes eran tan aspiracionales y que hoy, no sé bien porqué razón, la mayoría los considera como NADA.

Esta es la entrada más corta que escrito en el eco personal a este día y es porque creo que en los temas de hoy, la gente dice todo y hace nada. Cuántos se quejan del entorno y parecen hasta desear que todo fracase y se vaya al cuerno para poder gritar «se los dije!», sin embargo, una vez que eso suceda, esos mismos que hoy hablan…¿pasarán de quejas a más bien no hacer nada?  ¿Qué hay después del colapso?  Bueno, punto y aparte, al menos puedo decir que tuve unos 30 años de noticieros aburridos, de una vida tranquila casi ingenua llena de nada, o sea, de paz en nuestros entornos; porque lo que es ahora es un shit show diario lleno de sorpresas frecuentemente incómodas, de shock e incluso macabras.  Cerrar los ojos, cerrar los oídos a la abundancia de malas noticias para que así por amor de Dios, conservemos todavía el privilegio del shock en lugar de tomar todo este maligno caos COMO SI NADA.

caos

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