Cultura Pop

EP028 El Oscar tolerante

La fiesta más esperada de la industria. La entrega de premios que más fielmente sigo año con año. Preparo mi quinela con días de anticipación y luego me alegro y me sorprendo y me enojo y me vuelvo a contentar; bueno es un ritual que repito cada año. Pero este año fue un poco distinto. Este año, creo que se trató de otra cosa y no nada más de la virtud cinematográfica. Desde la controversia con la renuncia del anfitrión seleccionado hasta la nominación de una mujer indígena sin experiencia a mejor actriz principal. Este año se trató más bien de nosotros. Nosotros vimos historias en la pantalla y fuera de ella que nos retaron, nos cuestionaron no tanto sobre nuestro origen sino más bien sobre a dónde queremos ir en cuanto a identidad e ideología. ¿Dónde está entonces el país libre de prejuicio? No existe. Ni el país, ni la sociedad, ni la religión libre de prejuicio, no existen. Lo que existe son convicciones, frecuentemente sesgadas y ocultas en nuestros subconscientes. En esta ocasión, en 2018, el cine trató fuertemente de sacarlas de ahí y ponerlas al descubierto, incluso enfrentarlas. (e.g. Green Book, Roma, If Beale Street could talk, The Wife, Shoplifters, Vice, BlacKkKlansman, Bohemian Rhapsody, son los mejores ejemplos que puedo instar.)

Y los discursos de agradecimiento más poderosos no me dejarán mentir. Spike Lee retando al público a pensar de qué lado de la historia estarán al preferir el odio al amor. Rami Malik demostrando con su mismo ejemplo el paralelismo de su propia historia como minoría inmigrante comparada con la de su personaje. En especial para mí, Lady Gaga ratificando que no hay éxito instantáneo (que Yalitzia no ganara quizás demuestra su apreciación) sino que todo es una línea recta de disciplina y genuino deseo de triunfar saboreando más el viaje que la cumbre misma fue, en mi opinión, el mejor mensaje que alguien como ella podría comunicar a todos sus seguidores, millones de los cuales son menores de 30 años.

Después de todo lo dicho y hecho, tengo mis comentarios de ciertos momentos que me llamaron la atención:

gaga y cooper

Definitivamente el número musical de «Shallow» fue un highlight innegable de la ceremonia. Ni siquiera necesitaron presentación, simplemente se levantaron de sus lugares de la forma más casual y realizaron una de las más íntimas interpretaciones que se hayan visto en este evento. Ahora, un par de días después, han surgido demasiadas especulaciones sobre si ellos en verdad tienen un romance en la vida real, así de efectiva fue su «mirada de amor». Pues la Gaga tenía compromiso para casarse en Abril el cual acaba de romper hace apenas dos semanas, y Bradley Cooper sigue toda la línea de los exes de Gaga. Sólo el tiempo dirá de qué va esto, pero eso sí, la novia de Bradley ha de estar bastante inquieta de su hubby.

Pues así como un hombre en vestido gobernó la alfombra roja, las mujeres en pantalones trataron de hacer lo suyo también. No tuvieron el mismo efecto, al parecer. Billy Porter, músico y performer mayoritariamente de Broadway, arriesgó todo y en grande. Cristian Siriano, ex-alumno ganador de Project Runway, le diseñó este atuendo bajo la premisa de que debería ser escandaloso más que elegante. Pues misión cumplida. Porter acudió con su esposo, Adam Smith, y creo que esto mueve también aún más el avispero sobre esta edición de los Oscares. Esta historia no fue en la pantalla grande, pero sigue dando de qué hablar por todas las pantallitas de celulares, laptops y tablets. La pregunta que tengo es: ¿es necesario un caudillo que salga y haga todo esto para que exista la tolerancia ya que de lo contrario ésta jamás llegará?

Un momento cautivante fue verlas a las dos juntas llegar. Triunfo sin estatuillas. Una soportó las más duras pruebas a las que pueden someterte: a pesar de tu éxito, vivir la cruel polarización de tu propia sociedad, y más allá, la de tu propio gremio. Insultos, minimizaciones, cancelaciones de carácter y la denostación personal y profesional. El tema aquí es que todo lo que atacaron a Yalitza, todo eso, era el reto que Cuarón nos puso: atrévete no sólo a pensarlo, atrévete a decirlo. Y muchísimos mordieron el anzuelo. Algunos de la peor manera. Este reto fue brillante en todos niveles. Si la película te desinteresó hasta la somnolencia, si el logro de Yalitza fue poca cosa para ti, si se te hizo todo el proyecto poco merecedor de tanta proyección mediática, pues entonces, hay mucho por hacer internamente y no hablo precisamente de educación cinematográfica. Marina de Tavira se veía increíble y en conjunto ellas eran el ying y el yang. Vi entrevistas a Marina en la alfombra roja y se me hizo súper cándida y dulce, ¡me enamoró! Me pregunto en verdad qué pensaba ella durante este viaje mientras veía todo a lo que su compañera fue expuesta. Quisiera saber lo que una mujer siente y piensa al ver a su amiga triunfar y sufrir al mismo tiempo. Se sufre por conseguir un sueño pero… ¿se sufre al conseguirlo? Esa es la paradoja mexicana.

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