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EP185: Coros umbrales.

La semana pasada escuché de una de las participantes en un club de lectura al que pertenezco que, dedicaba varios días de la semana a entrenarse para pertenecer a un «threshold choir«.

La palabra «threshold» en inglés puede traducirse como «límite» o bien, «umbral». Me llamó la atención, nunca lo había escuchado antes. Ninguno de los participantes preguntó: «¿y eso, qué es?». Yo me dije: «bueno, ¿quién soy yo para poner el desorden?» y calladito me quedé y así, pretender junto con los demás que estaba bien informado acerca de los mentados threshold choirs.

En medio de la sesión busqué con señor Google y encontré la respuesta: son participaciones de coros musicales para honrar la antigua tradición de cantar junto a la cama de las personas en sufrimiento, algunas con la vida, otras con la muerte. En otras palabras, coros celestiales para la última despedida. Al parecer, la voz, el instrumento musical original, es un vehículo de confort verdadero y lleno de gracia.

La organización de los Threshold Choirs (hasta me gustaría llamarlos «Coros Umbrales») se fundó en California en el año 2000 por Kate Munger. Los coros están conformados únicamente por mujeres y al día de hoy hay mas de cien ubicaciones en  Estados Unidos. En los últimos años, la agrupación ha trascendido fronteras e incluso géneros, aceptando hombres en algunos de sus anexos. En México, por ejemplo, tenemos una sola locación fundada en 2019 y está en Oaxaca (oaxaca@thresholdchoir.org). En Europa solo existen en Inglaterra, Irlanda y Países Bajos.

En un EPisodio anterior (EP103: La última migra), toqué el tema de la muerte como última experiencia consciente. Mencioné el caso de la actriz Verónica Forqué, que se quitó la vida buscando pasar a un siguiente nivel existencial. Es increíble el potencial de la actividad mental recurrente, círculos y círculos de sobrepensamiento hasta llegar a una conclusión terminal. En ese texto, expongo el dispositivo inventado por los suizos llamado «Sarco» (de sarcófago, seguramente) que, no es otra cosa más que una cámara de gases individual y voluntaria, que se coloca en el sitio que más se desee ver como último escenario. El gas contiene una droga que conduce a la auto eutanasia en un estado de euforia, en lugar de uno de miedo y dolor. Ciertamente, en América estamos un poco alejados de un concepto tan controversial pero, estos coros pueden funcionar como una versión suavizada del Sarco, brindando la vehemente sensación de paz celestial durante los últimos momentos de vida.

¿Es el lecho de muerte un lugar sacrosanto? Para las coristas del Threshold Choir, absolutamente. La persona desahuciada se enfrenta a reflexiones de extrema pureza y humildad. La misma Kate Munger reconoce su propia búsqueda de serenidad, tanto para ella como para los que sufren. Algunas de las participantes son sobrevivientes de enfermedades catastróficas que las han acercado al final. Sin duda esta encomienda musical lleva el concepto de dar antes que recibir a un nivel superior. Me pregunto qué tipo de epifanía o parteaguas ocasiona la experiencia de cantar mientras se contempla el último respiro de un enfermo terminal.

Los coristas de Threshold Choirs ofrecen varios tipos de cánticos, la mayoría exaltan el valor de la transición, la entrada a una nueva vida en un nuevo lugar. ¿Será? Creo que la muerte es, de hecho, un umbral. Sin embargo, imagino que ha de ser diferente para cada uno de acuerdo al viaje de vida que se haya tenido. Quisiera convencerme de que, aunque hubiera cien coristas en tremendo recital enfrente de una persona nefasta y criminal, la visión del umbral que perciba será acorde al sufrimiento que causó y no al que su mente narcisista cree merecer.

Sin desvirtuar el origen y la intención tanática de los Threshold Choirs, no puedo negar el gran interés que sembraron en mí. Supongo que ha de ser genuino el alivio que brinda al alma del que se va, así como a la de aquéllos que lo acompañan. En una miradita hacia el futuro y fomentando la discusión, si ellos abrieran una oficina en Suiza, ¿aceptarían cantar junto a un Sarco?

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